La observación de los Asteroides es difícil, pero con un
telescopio refractor de 60 mm pueden observarse algunos de ellos. Algunos
pueden ser apreciados con binóculos como Vesta, el más brillante de todos con
magnitud 6, su diámetro angular no supera el segundo de arco aún estando en su
mejor periodo de observación: la oposición.
Sirviéndose de cartas de efemérides se determina la zona del
cielo en donde pasará el asteroide, si este es muy brillante podrá directamente
observarse con binoculares o telescopios realizando un dibujo de las estrellas
observadas y en observaciones posteriores (horas o días) de la misma zona, las
"estrella" que se haya movido con respecto a las otras es el
asteroide. Un evento interesante son las ocultaciones: cuando en la ruta del
asteroide se cruza una estrella de fondo esta perderá el brillo durante el
tiempo en que se encuentre eclipsada por él. La mejor forma para observar el
detalle de los movimientos de los asteroides es utilizando la astrofotografía
con registros tomados en la misma zona en días diferentes. En la actualidad las
técnicas de CCD son claramente la elección asociadas a un telescopio con
diámetros entre 10 y 12 pulgadas.
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